El control sobre les substàncies dopants
- Ferran Pérez
- Apr 15, 2024
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Sentència de 25 de novembre de 2019 de l’Audiència Nacional (rec. 17/2019), l’entorn de l’esportista i la possessió de substàncies dopants
Objecte: recurs d’apel·lació contra sentència d’11 de febrer de 2019 del Jutjat Central contenciós administratiu estimatòria en part d’un recurs contenciós administratiu interposat contra una decisió de 27 de juliol de 2018 del Tribunal Administratiu de l’Esport (TAD).
Fets: El TAD, mitjançant la resolució indicada, va confirmar una resolució de l’Agència Espanyola de Protecció de la Salut a l’Esport (AEPSD) de 18 d’abril de 2018 on es va imposar una sanció a un atleta, en el marc de la lluita contra el dopatge esportiu, per possessió, administració i tràfic de substàncies i mètodes prohibits a l’esport, a partir d’actuacions d’entrada i registre en domicili, portades a terme pel Jutjat d’instrucció 4 de Mataró (Barcelona).
La infracció imputada és la molt greu prevista a l’article 22.1.f) de la Llei orgànica 3/2013, de 20 de juny de protecció de la salut de l’esportista i lluita contra el dopatge. El recurrent nega la infracció i sol·lícita la revocació de la sanció perquè diu que no estava en possessió de substàncies prohibides i que les trobades eren del seu germà que no es pot considerar “entorn” en el sentit previst a la llei al no tenir: “ninguna relación con el desarrollo y práctica de la actividad deportiva de atletismo realizada por el ahora apelante”.
Decisió: Desestimar el recurs
Motivació: El precepte infringit considera infracció molt greu: “La posesión por los deportistas o por las personas de su entorno, ya sea en competición o fuera de competición, de sustancias prohibidas en dichos ámbitos o de los elementos necesarios para la utilización o uso de métodos prohibidos, cuando se carezca de una autorización de uso terapéutico para su administración o dispensación, o de otra justificación legal o reglamentariamente calificada como suficiente”.
En aquest context, l’Audiència fa seva la interpretació del Jutjat central a l’assenyalar que: “el deportista sancionado tenía la posesión de sustancias prohibidas en el ámbito deportivo en cuanto tenía un control exclusivo sobre el lugar donde se encontraron dichas sustancias lo cual le permitía tener un evidente conocimiento de su existència”. Afirmant que no es pot al.legar desconeixement quan tenia: “en su domicilio y a su alcance dichas sustancias con entera facilidad, y por su adecuación para emplear la sustancia para los entrenamientos deportivos a los que el demandante, en absoluto, era ajeno, dada su cualificación en el ámbito de la actividad deportiva”.
En forma resumida, la pròpia Audiència motiva la seva decisió favorable a la conformitat de la sentència recorreguda tant dels indicis probatoris com de la conducta de l’esportista recurrent: “la sustancia prohibida se localiza en su domicilio en el que vivía con su hermano; la sustancia prohibida se encuentra en un cajón que estaba en una habitación de la casa en la que, además, se localiza el teléfono móvil del deportista sancionado, la acreditación del apelante como atleta en el Campeonato de Europa (Ámsterdam 2016) y su pasaporte. Datos que apreciados en su conjunto permiten concluir que la conducta del Sr. Saturnino si puede encuadrarse en el tipo infractor sancionado por cuanto tenía un control exclusivo sobre la sustancia prohibida ya que bien tenía un uso exclusivo de dicha habitación o bien tenía acceso libre a ella, aunque la compartiera. Y ello le permitía tener un control exclusivo sobre la sustancia dopante hallada lo cual suponía que si tenía o podia tener conocimiento de su existencia con el fin de tenerla a su disposición para su uso ignorando que en el ámbito deportivo se exige a los deportistas una especial diligencia en relación con la posesión no justificada de sustancias o métodos susceptibles de producir dopaje”.
Finalment, s’eleva el període de sanció amb suspensió de llicència de 2 a 4 anys, revocant en aquest extrem la sentència d’instància i estimant-se el recurs interposat per l’Administració de l’Estat perquè d’acord amb la legislació aplicable: “nos encontramos ante la posesión de una sustancia prohibida no especifica y ello determina que la sanción de suspensión de la licencia federativa deba ser por un periodo de cuatro años salvo que el deportista acredite que la infracción no fue intencionada en cuyo caso la suspensión tendrá una duración de dos años”, l’esportista no ha acreditat que la infracció no va ser intencionada.
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