Competicions, deslleialtat i jurisdicció
- Ferran Pérez
- Jan 19, 2023
- 4 min de lectura
Actualitzat: Apr 12, 2024

Interlocutòria del Jutjat Mercantil 12 de Madrid de 6 de febrer de 2019 (rec. 1468/2018), sobre la jurisdicció competent en un conflicte sobre competència deslleial en l’autorització de competicions esportives
Objecte: Demanda de judici ordinari interposada per la Liga de Fútbol Professional (LFP) contra la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en acció declarativa de deslleialtat, acció de cessació de conducta deslleial i prohibició de reiteració.
Fets: Davant la demanda presentada, la part demandada insta declinatòria al·legant manca de jurisdicció degut a que: “debido a que la regulación de la RFEF se produce mediante Ley del Deporte 10/1990, de 15 de octubre, y Real Decreto de Federaciones deportivas y Registro de asociaciones deportivas 1835/1991, de 20 de noviembre, siendo entidad asociativa privada, pero con algunes de sus funciones publificadas, que ha sido demandada en su calidad de organizador de la competición, siendo la organización de competiciones deportivas de carácter oficial estatal (una) función pública” por lo que entiende que la demanda no és de la competència del Jutjat mercantil essent una: “potestad pública atribuida a la RFEF y que debe de ser revisada por otros órganos judiciales, primero por el Consejo Superior de Deportes (CSD), y posteriormente por el orden contencioso-administrativo”.
Decisió: Rebuig de la declinatòria amb reconeixement de la competència del Jutjat mercantil
Motivació: Es recorda que d’acord amb la Llei 10/1990, de 15 d’octubre, de l’esport: “las Ligas profesionales tendrán personalidad jurídica, y gozarán de autonomía para su organización interna y funcionamiento respecto de la Federación Deportiva española correspondiente de la que formen parte, por lo que la Liga forma parte de la RFEF, si bien tiene autonomía jurídica en su organización y funcionamiento“, que: “la actora es competente para organizar la Liga de Fútbol, en coordinación con la RFEF, y con criterios que facultativamente se determinen por el CSD... en garantía exclusiva de compromisos nacionales e internacionales”, i que les federacions esportives espanyoles son: “entidades privadas, con personalidad jurídica propia, cuyo ámbito de actuación se extiende al conjunto del territorio del Estado, en el desarrollo de las competencias que le son propias” que també: “ejercen, por delegación , funciones públicas de carácter administrativo, actuando en este caso como agentes colaboradores de la Administración pública”.
En relació amb l’organització de competicions per part de la Lliga, l’òrgan judicial recotrda que de la llei de l’esport i de les normes i els estatuts d’aplicació s’observa que: “debe realizarse en coordinación con la RFEF, y que a propósito de esto se establecen convenios entre ellos, y por otro lado (tenir en compte) el aspecto no baladí consistente en que la Liga forma parte de la RFEF, el carácter facultativo de criterios del CSD, y la relación tangencial de todos estos extremos con la financiación de los mismos”.
D’altra banda es valora el conveni entre les parts d’aplicació en el moment del conflicte (conveni de 2014 prorrogat fins l’any 2019) en el qual es recull que els conflictes d’interpretació i aplicació resten sotmesos, en defecte d’acord en la comissió de seguiment creada, al CSD. Ara bé, quan es valoren les competències assignades en aquest organisme autònom administratiu s’observa que: “no se establece en ningún caso la realización de funciones concretas como las que aduce la demandada”. Tampoc la tutela pern part del CSD de la competència de les federacions estatals per a qualificar i organitzar activitats i competicions esportives oficials d’àmbit estatal implica: “que dicho acto sea susceptible de recurso”.
En relació amb la funció pública delegada de qualificació i organització d’activitats i competicions, s’indica que d’acord amb la norma legal: “se refiere a la regulación del marco general de las mismas, según se establezca en la normativa federativa correspondiente, y en el caso que nos ocupa no se refiere a una organización general de dicha competición oficial”. En canvi l’acció es refereix a una actuació o conducta incardinada en actes de competència deslleial al considerar, la demandant, que: “la demandada realiza conducta de obstrucción y alteración unilateral y deliberada del procedimiento de autorización de partidos en el extranjero prescrito por FIFA,
omite el cumplimiento a obligación de dicho Reglamento, negocia paralelamente con información obtenida por la actora, etc., y de ello solicita que se condene a la demandada a que conceda autorización formal para dar trámite el procedimiento y prohíba conductas dilatorias omisivas y actos que invaden funciones competenciales de la actora”; és a dir, amb la demanda: “se ejercitan acciones respecto a concurrencia indirecta (téngase en cuenta la recinte STS 23-1-2019) respecto a demandado que concurre en el mercado del futbol en organización de otras competiciones, y no por delegación de la Administración, sino en el ámbito de sus propias competencias, que es cierto que quedan supeditadas a dichos convenios firmados por las partes” i tenint en compte que: “no entra dentro de las funciones delegadas de la Administración por su carácter abstracto que no concreto que haya delegado a la RFEF conforme RFD y en virtud del cual se pueda ejercitar su acción frente al orden administrativo y/o contencioso-administrativo“.
Com a conseqüència de l’anterior, de l’existència d’antecedents previs relacionats amb qüestions abordades en la jurisdicció mercantil i al fet que es demanda a la RFEF: “como competidora desleal en mercado en el que concurre y compite con la Liga” es declara la competència del Jutjat Mercantil per conèixer de la demanda.
Comentari: sense menysprear el resultat de la interlocutòria cal ser exigents amb la necessitat que el redactat de les decisions judicials sigui clar, coordinat, coherent i de fàcil comprensió cosa que no s’assoleix en l’exposada.
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